domingo, 12 de abril de 2009

El caos y el orden

Estamos acostumbrados a oír que el orden es aquello que se opone al caos, eso nos da una idea de que ambos conceptos son polos opuestos, por lo que no pueden coexistir al mismo tiempo, pero ¿será verdad la última afirmación?, no será más bien necesario lo contrario, es decir, que ambos coexistan simultáneamente manteniendo una proporción de equilibrio.

Tomando en cuenta que el caos es considerado como lo impredecible, el azar, podríamos decir que una sencilla solución para vivir en el orden sería realizando todos los días las mismas actividades sin cambio alguno, pero eso terminaría llevándonos a una monotonía; e inmediatamente (en la mayoría de los casos) cuando el ser humano se percata que ha llegado a ese estado empieza a buscar una nueva actividad aunque lo haga de manera involuntaria, un cambio que lo saque de la rutina. También existe la posibilidad de que nos guste esa “estabilidad” que representa el no cambiar, y queramos mantenerla inalterable, pero de alguna forma sucederá algo que nos obligue al cambio.

Debemos recordar que los sistemas equilibrados son los que permanecen en constante movimiento, cambian y se adaptan, por lo cual el orden y el caos deben coexistir, porque la desaparición de uno haría que la realidad desapareciera, ya que la utopía donde sólo hay orden es algo irreal. Podemos darnos cuenta de lo anterior al detenernos a observar a nuestro alrededor y descubrir por ejemplo que cada día es diferente, y lo dramático que sería que un día sea igual a los otros, repitiéndose constantemente, lo que nos llevaría a una vida gris, sin tener ilusiones o esperanzas sobre el nuevo día.

La aplicación constante de energía es necesaria para mantener los sistemas en orden, ya que estos naturalmente tienden al desorden, es decir, si se deja de aplicar la energía aparecerá el caos y sólo hasta que se vuelva a aplicar energía se creara nuevamente el orden y así sucesivamente.

En definitiva el caos y el orden se relacionan tan estrechamente que es difícil definir donde empieza uno y termina el otro, es decir representan un ciclo infinito que no tiene ni principio ni final. Como ejemplo podemos tomar el caos (considerado como el “caos total”) que dio origen al universo, luego de este vino el orden y luego un nuevo evento que se podría catalogar como caos, y así a lo largo de los millones de años que han pasado desde la creación, el caos ha llevado al orden y este al caos.

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