Comentario del artículo: "Cuando negociar es sinónimo de claudicar"

Si bien es cierto, para negociar siempre hay que ceder en algunas de nuestras pretensiones, no siempre se tendrá que claudicar en nuestros principales objetivos; en este artículo se analiza la difícil decisión que tomo el Presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, y se apoya su negativa de aceptar los términos de la denominada “Negociación de San José”.
Comparto la critica que se le hace al señor Presidente de Estados Unidos de America, Barack Obama, por haberse negado a reconocer que en Honduras se dio un “golpe militar”; sin embargo no puedo aceptar la falacia de que “El Presidente Manuel Zelaya, cuya legitimidad permanece incólume puede reorganizar su gabinete y gobernar en el exilio utilizando como sede cualquier de sus embajadas…”, no se puede gobernar estando lejos de su pueblo, con que personal puede contar, si sus allegados no están a su lado, o no tienen la oportunidad de ayudarlo, quien va a ejecutar sus ordenes, si en su país el poder lo tienen sus enemigos, es más dudo que actualmente exista un embajador que quiera o pueda ayudar al señor Zelaya; si él quiere volver al poder, sólo lo puede hacer por dos vías, la negociación o la fuerza; puede que él de derecho sea el Presidente de Honduras, pero de hecho ya no lo es.