El tiempo que lleva el ser humano de habitar la Tierra, no es nada comparado a la cantidad de años que tiene esta de existir.
Desde los comienzos de la vida en nuestro planeta, han existido desde los organismos más sencillos unicelulares hasta los más complejos pluricelulares. Miles de especies de seres vivos se han extinguido a lo largo de estos millones de años, han aparecido otras y desde luego algunas han logrado sobrevivir gracias a su capacidad de adaptación, generando así la evolución.
Los seres humanos nos consideramos la última etapa de la evolución, porque tenemos una inteligencia superior, la capacidad de razonar… y lastimosamente muchos consideran que esto nos da el derecho de explotar todos los recursos abióticos (carentes de vida) y bióticos (seres vivos) que se encuentran a nuestro alrededor sin consideración alguna.
Actualmente nos encontramos pagando las consecuencias de nuestros actos, prueba de ello es el calentamiento global, la reducción de los casquetes polares, el efecto invernadero, la reducción en la capa de ozono, etc. Como es posible que en el poco tiempo comparativamente que llevamos de habitar la Tierra, hallamos logrado destruir el perfecto balance que se mantuvo estable por millones de años.
El daño ya esta hecho y no hay marcha atrás, la cuenta regresiva de la vida en nuestro planeta hace años empezó; si realmente queremos tratar de enmendar todo el daño que nuestros antepasados hicieron y que nosotros continuamos, debemos en primer lugar tomar conciencia de que TODOS los seres vivos dependemos unos de otros, ninguno es autosuficiente, cada especie cumple un papel importante en el ciclo de la vida, además de que dependemos de un medio ambiente sano y estable…
No importa nuestra nacionalidad, raza, étnia, credo religioso, nuestra posición económica o el idioma que hablemos; vivimos en el mismo planeta junto a otros millones de maravillosas especies, y todos somos uno solo.
Si realmente queremos hacer la diferencia, el cambio debe empezar por cada uno de nosotros. Hagámoslo por nosotros y las futuras generaciones.
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